El Estudio de arquitectura RCR nos invita en este
edificio a hacer un recorrido que nos lleva por un viaje de diferencia de
espacios e incidencia lumínica que no se detecta hasta llegar a cada uno de los
niveles pero que se intuye al seguir el recorrido de la luz.
El Inicio nos lleva de un lugar reducido y sin luz
natural a continuar por una trayectoria ascendente donde no se percibe la
amplitud y luminosidad del nuevo espacio hasta llegar al punto superior.
Este nuevo espacio es el más amplio y visual de la
vivienda, totalmente abierto al exterior en uno de sus paños. Orientado al Sur,
lo que proporciona, ayudado por la climatología de la zona, un cumulo de
sensaciones, calor y confort que nos ubica en la ladera de la montaña en lugar
de la Urbanización donde se encuentra el edificio.
Continuando el recorrido hacia el piso superior la
estancia se vuelve más íntima, la luz es más tenue y difusa, la orientación de
la misma es hacia el Norte, mas fría pero perfecta para la función del local,
es el entorno de trabajo donde la concentración no debe divagar y la actitud no
debe ser de relajación.
Se observa también como el espacio de día y el espacio
de noche se encuentran diferenciados, siendo que los dormitorios están
orientados hacia el Este, afectados por el amanecer, y donde la acción de la
luz está difuminada por una composición de paneles, los cuales sirven de
parapeto de la vía urbana. El área social está orientada hacia el Sur y la de
trabajo hacia el Norte, como se indicó anteriormente.
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